La leña rota sacude sus alas y el color de la risa arde banderas alzando la noche como una fiesta en la trastienda del fuego herido en los frentes sin fe pariendo cenas de cadáveres en los armarios, cunas de cenizas en los pozos caducados donde aún se escuchan el canto de los sables dibujando fronteras que profanan el mar levantando muros en los ojos y el amanecer se cubre de moho olor a olvido reciclado que cae como lluvia fresca sin vértigo, estelas que emborronan el aire, y la patria se hace himno y se hace música, y los ríos de madera arrastran mentiras que escupen en el papel violado de sangre y tinta corrompida, huérfanos de la verdad que mendigan sus culpas una voz atronadora como un eco que fluye anunciando clandestina la derrota.
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!